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El minimalismo en el hogar.

  • Foto del escritor: Madre Como Yo Ninguna
    Madre Como Yo Ninguna
  • 1 jul 2020
  • 3 Min. de lectura


Al leer la palabra minimalismo de inmediato pensamos en una casa sin muebles y con las paredes blancas, pero no podríamos estar más equivocadas. El minimalismo tiene que ver con tener lo mínimo indispensable, o lo que realmente necesitas de acuerdo a tus necesidades.

Hay corrientes como el método Marie Kondo que puedes ver en Netflix, y muchas otras que tratan de enseñarnos cómo adoptar un estilo de vida más simple y ordenado.

Hay algunas acciones que podemos empezar a implementar en nuestro hogar para comenzar a deshacernos de aquellos objetos que ya no usamos y poco a poco convertir esto en un hábito, sin que se convierta en algo traumático.

1.- Depura los cajones de ropa interior.

Es un paso muy sencillo y a veces necesario, todas tenemos ropa nuestra o de nuestros hijos que ya no sirve o está incompleta. Por ejemplo, todos aquellos calcetines que se quedaron sin par y que conservamos esperando que algún día aparezca, sabemos que el 98% de las veces no pasa, así que es mejor dejarlos ir. Lo mismo pasa con aquellas prendas que ya no nos quedan o que ya no se encuentran en óptimas condiciones.

2.- Revisa la ropa de cama y deshecha la que ya no sirva.

Es algo típico de las mamás que acumulemos juegos de sábanas, colchas, edredones cojines, etc, y generalmente terminamos ocupando siempre los mismos. Revisa cuáles aún sirven, cuales están muy gastadas y quédate sólo con las que realmente usas. Seguramente encontrarás alguien que pueda usarlas o darle otro uso a la tela.

3.- Pilas y cables.

Parece mentira, pero nos cuesta mucho trabajo deshacernos de las pilas que ya no tienen carga y a veces tenemos cables que no sabemos de qué aparato son. Recuerda que las pilas desechables ya no sirven más y que existen lugares especiales para depositarlas, ya que son altamente tóxicas y contaminantes. Es un buen momento para deshacerte de ellos.

4.- Revistas y periódicos.

A menos que lo utilices para manualidades, para empacar objetos o para reciclaje, tener periódicos o revistas almacenados sólo nos roba espacio. Hay quienes conservan las revistas donde salía su ídolo o sólo les gusta tener “material de lectura” para cuando se ofrezca. Haz un esfuerzo y véndelo o dónalo a alguien que lo pueda usar. Estoy segura que no lo vas a extrañar.

5.- Materiales de papelería.

Seguramente en más de una ocasión has necesitado con urgencia un bolígrafo y has tomado uno que ya no tiene tinta, y es muy probable que de donde salió ese, haya muchos más. Revisa tus cajones y seguro encontrarás bolígrafos, plumones y material de papelería que ya no sirve o que nunca has usado. Quédate sólo con los mínimos necesarios, dona lo que aún funciona y deshecha todo lo que ya no sirve.

6.- Recibos.

Parece mentira, pero somos adictos a conservar recibos, desde los tickets del súper, del banco, recibos del gas, luz, agua, etc. Si los necesitas para comprobar gastos, conserva sólo los de un periodo de tiempo razonable y deshecha los demás.

7.- Materiales de manualidades.

Hace poco limpiábamos la casa donde vivió una persona muy querida por mi familia y encontramos muchas cajas y bolsas con material para manualidades que estoy segura, no recordaba que tenía. Había madejas de estambre nuevas, toda clase de agujas, ganchos, listones, etc. Los pusimos en un contenedor y próximamente buscaremos alguien que pueda usarlo. Si tú eres aficionada a las manualidades, seguramente encontrarás material que puedes usar y que no recordabas que tenías, y si ya no piensas usarlo, puedes encontrar alguien que si lo haga.

Este tema nos da para mucho, así que continuaremos con el en otra entrada. Mientras tanto, puedes empezar con estas ideas y otras que se te ocurran.

¡Éxito con la depuración!

 
 
 

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